
En esta lectura nos encontramos con la historia de un monteriano "Lawandio Barguil De la Hoz", un hombre de pocos recursos, al que le ofrecen un trabajo con un gran salario, dos espectaculares autos y la promesa de viajar 10 veces al año fuera del país, lo único que tenia que hacer era: esperar hasta la media noche del siguiente viernes a que no llegara a su casa un telegrama cancelando el proceso de ingreso a la empresa.
Llegado el viernes nuestro protagonista estaba seguro de que el trabajo era suyo por consiguiente realizó una fiesta, donde reunió a todo el pueblo, les repartió mucha comida y bebidas alcohólicas, ademas de ponerles una orquesta que les animo todo el día, todo esto solo por celebrar el nuevo trabajo.
Faltando 10 minutos para las 12 de la noche ese viernes, un motociclista, el cartero llego con un telegrama para el monteriano, todos al escuchar esto se sintieron mal por el monteriano, apagaron la música, desconectaron los congeladores donde se enfriaba el licor; luego de minutos de incertidumbre el monteriano lee el telegrama y su expresión de descontento cambia a una sonrisa enorme, la noticia no hablaba de su nuevo empleo su mamá había muerto; y esto dio pie a que siguiera continuando la fiesta.
Sánchez Juliao no solo fue un investigador del folclor costeño, sino una parte integral de este.
Esta parte del articulo nos cuenta el estilo que reflejaban las obras del escritor Juliao Sánchez, cordobés que se destaco por sus historias costeñas, que encarnaban la tradición oral y escrita de la Costa Atlántica.
Ademas de sus personajes jocosos como El Flecha, Lawandio Barguil De la Hoz...; por otro lado nos recuerda como su obra "Pero sigo siendo el rey", fue llevada a la pantalla chica; también, se le otorgan premios como el Dulcinea, 17 estatuillas India Catalina y dos discos de oro.
Pero sobre todo habla de la gran aceptación que tuvo de parte de todo el país.
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